
Fue una inmersión en el
mundo teatral, visitando diversos lugares escénicos de Almagro (el altar de una
iglesia, un pórtico eclesiástico, un teatro a la italiana, y un teatro
vanguardista) y el extraordinario Museo Nacional de Teatro, para, finalmente, ver
en directo a una pequeña compañía de actores –previa explicación didáctica de
lo que era una representación teatral en el siglo XVII– declamar el verso
calderoniano y divertir con sus palabras, sus gestos y sus movimientos
escénicos.
También pudimos ver, en
el viaje de ida, el paraje de las Tablas de Daimiel, y, en el de vuelta, los
molinos de Campo de Criptana.
Acompaña a esta noticia
una fotografía del grupo en la Plaza Mayor de Almagro, frente al Corral de
Comedias. Otra foto de las Tablas de Daimiel hecha por el alumno Carlos
Izquierdo, y un comentario del viaje –entre bromas y veras– redactado por el
alumno Germán Casabó (abajo)
"No se puede
entender la sociedad española del Siglo de Oro sin visitar un Corral de
Comedias. Qué mejor forma de disfrutar de nuestros dramaturgos más ilustres,
como Pedro Calderón de la Barca, Lope de Vega o Tirso de Molina que en un sitio
tan carismático como es el Corral de Comedias de Almagro. Situado en la Plaza
Mayor, reúne todas las características del típico Corral de Comedias de la
época. Totalmente recomendable para aquel que quiera disfrutar de una buena
obra teatral en su expresión más original. No puede tener otra valoración que 5
estrellas"